domingo, 3 de abril de 2016

No nos gusta

No nos gusta evaluar pero tampoco que nos evalúen entonces ¿por qué lo hacemos? Quiero decir, si ninguna de las partes está cómoda con este proceso ¿deberíamos seguir haciéndolo? Pues me temo que así es amigos, quizás deberíamos empezar a ver la evaluación de una forma más positiva y saliéndonos de la mecánica tradicional pero está demostrado que un proceso de aprendizaje es mucho más efectivo si hay de por medio una evaluación.

Podríamos pensar entonces que a más evaluación, mejores resultados. Cuidado con está afirmación porque no es para nada cierta. La evaluación causa tensión y por lo tanto si abusamos de ella nos encontraremos en tensión continua, lo que terminará ocasionando bloqueo y como consecuencia un bajo rendimiento.



Hay múltiples tipos de evaluación: formativa, interna, autoevaluación, externa... En la actualidad suele predominar la continua, es decir, observamos como es el proceso de aprendizaje de cada niño. En el pasado solamente se tenía en cuenta el método cuantitativo, sin embargo ahora hacemos uso de otro método complementario: el cualitativo.

Imagino que tendrás un boli bic a mano, intenta dibujar algo. ¿No es fácil que salgo decente verdad? Pues esto no es lo que le ocurre a Juan Francisco Casas, es conocido por su virtuosismo con el boli bic e intenta mostrar la intimidad de las personas.


Actividad propuesta:




No hay comentarios:

Publicar un comentario