martes, 15 de marzo de 2016

¿Una clase normal?

Entro al aula y me siento, parece que voy a recibir una clase típica, normal. En ese momento la profe nos hace ponernos en pie sobre las mesas. Tras un rato de explicación tenemos una nueva misión, todos bajo la mesa. Esta dinámica se adopta durante toda la clase, cada 15 minutos aproximadamente, recibimos una orden: cambiamos la silla con el compañero, saltamos, nos tumbamos en el suelo…



¿No entendéis nada? Lógico, yo tampoco lo hacía. Pero todo tiene su explicación, a menudo nos resulta complicado mantener la atención durante largo rato, llega un momento en el que perdemos la concentración. Si esto nos ocurre a los adultos imaginaos en qué grado es difícil para un niño estar durante horas sentado y prestando atención. Esto puede ser un buen método de desconexión y relajación.



En la pizarra hay dibujado el plano de una casa, se trata de una comparativa. La casa nos va a servir como esquema mental y nos va a facilitar las cosas a tener en cuenta a la hora de realizar un discurso. Pero ¿hay aprendizaje sin experimentación? Me temo que no, por ello unos cuantos alumnos salen ante la clase y realizan una breve presentación siguiendo los pasos dados.


¿Una clase normal? Eso no es para nosotros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario